Archivo diario: marzo 24, 2024

Jesucristo Gómez

Galimatías. 24 de marzo de 2024
Ernesto Gómez Pananá

Hoy domingo venticuatro de marzo es Domingo de Ramos y en los días venideros, quienes creemos en Cristo conmemoraremos la Semana Santa, las ceremonias en memoria de su sacrificio y de su vida hace cosa de dos mil años atrás. En sentido estricto se conmemora su resurrección, un acontecimiento más importante incluso que su nacimiento.

De Jesús es polémico hablar. La fuerza de su presencia es inocultable pero existen infinidad de perspectivas. Hoy, esta columna se pone una vez más, introspectiva y comparte una reflexión sobre el personaje.

Conocí de Jesucristo por mis padres, por mi abuela también. Era un personaje etéreo -sutil, sublime, intangible-. Demasiado divino para convertirse en ejemplo. En alguna ocasión, tendría yo unos quince años, no más de dieciocho, mi padre me dio a leer un libro de Vicente Leñero que marcó un antes y un después en mi forma de entender al predicador de Judea; recuerdo como el título fue lo primero que llamó mi atención, “El Evangelio de Lucas Gavilán”. Lo segundo que me atrapó fue el nombre y el perfil del protagonista, Jesucristo Gómez -acaso un pariente lejano-, de oficio albañil en la zona de Iztapalapa.

La lectura fue una tremenda y estimulante sacudida: un Cristo vivo y cercano -Un Cristo chilango, un Cristo mexicano- cuyos milagros no eran cosa divina sino más bien una combinación de convicción, acción y persuasión. Un tipo encabronadamente ejemplar. Permítaseme estimados quince lectores reseñar sucintamente algunos elementos de la obra:

Este Jesucristo no nació en un pesebre, nació en el portal de una vecindad pobre cerca de los tiraderos de basura en la periferia de la capital mexicana y al hacerse adulto y entender su “misión” reclutó a sus apóstoles no entre pescadores sino entre pepenadores de esa misma zona. Hasta aquí, el cambio es únicamente de escenario y contexto, de época. Lo mejor son sus milagros. Comparto el que más me impactó, mi favorito:
En la versión original, la biblia presenta la historia de una mujer moribunda para quien piden a Jesús el milagro de salvarla. Leñero aterriza el milagro, le quita lo divino y lo hace tangible:

Vecinos enterados de que Jesucristo el albañil es un gran “resolvedor de problemas”, se acercan para pedirle apoyo y así salvar a la enferma. Jesús pide que la suban a un taxi y de prisa se trasladan a la clínica más cercana, una clínica del IMSS. Al llegar, la señora es rechazada por no ser derechohabiente. Es pobre y carece de acceso institucional a la salud. Pobre y sin derechos. Aquí inicia el milagro: el albañil se avienta una profunda conversación con el director de la clínica, hablan de amor al próximo, de justicia, de derechos, de humanidad. El milagro de Cristo se concreta, el director de la clínica se convence de que lo importante no es la burocracia sino la vida de una persona en riesgo. Sin importar derechohabiencias se le atiende y se salva. Ese es el gran milagro del Cristo de Iztapalapa.

Y así el resto de la historia hasta la muerte y la resurrección. Un Cristo vivo y cercano. Un prójimo al cual podemos seguir el ejemplo. El texto -por si ocupan- se consigue en versión electrónica en Telegram fácilmente.

Felices Pascuas adelantadas. Este columnista vuelve a las andadas hasta el _domingo siete_.

Pregunta para vacaciones 1. ¿El doctor Pepe Cruz dejará de usar su bata cuando termine la campaña  o usará su disfraz también en el senado?

Pregunta para vacaciones 2. ¿Por qué habiendo tanto cantante chiapaneco talentoso -Quique Virrueta, César Gandhi, Reyli Barba por ejemplo- el señor Luis Armando Melgar lleva de suplente a el guerrerense Erasmo Catarino?

Pregunta para vacaciones 3. ¿Atraparon al hacker que falsificó la voz del gobernador de Sinaloa para difamarlo poniendo en su boca las atroces declaraciones en las que señala que un multisecuestro como el de esta semana “son cosas que pasan pero la autoridad no está rebasada” en su entidad? Vaya afán de calumniar.

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Impuestos.

*A ESTRIBOR*
_Juan Carlos Cal y Mayor_

No hay peor cosa que una autoría del SAT. Es mucho peor que un asalto. Sucede ahora con el litigio fiscal en que está envuelto Salinas Pliego el dueño de Elektra y Tv Azteca al que el gobierno quiere cobrar la friolera de 63 mil millones de pesos que el empresario, por supuesto, no está dispuesto a pagar. Aunque su fortuna está valuada en unos 13 mil millones de dólares es probable que se trate de activos de los que no puede disponer así como así, porque los empresarios no guardan el dinero, sino que por regular lo reinvierten.

El pleito fiscal de Salinas data del 2008 hasta la fecha por cálculos retroactivos que hacienda le determinó como créditos fiscales, es decir, como adeudos fiscales. Cuando Salinas habla de extorsión se refiere el hecho y la manera en que se llevan a cabo las auditorías. Ahora hacienda rastrea a detalle cuentas y se percata de todos los gastos del contribuyente incluyendo hasta tarjetas de crédito. No hay un solo movimiento bancario al que no tenga acceso y todo aquello que no esté reportado como ingreso con el pago respectivo se toma como ingresos no declarados a través de una facultad que se conoce como determinación presuntiva. Con base a ello siempre ofrecen negociar porque su tarea es recaudar. Está dentro de sus facultades.

Se trata de una facultad bastante arbitraria porque no solo se aplica de manera retroactiva sino además con multas y recargos que triplican los presuntos adeudos y se van actualizando en lo que un litigio se resuelve. Es en síntesis una facultad arbitraria y abusiva. Más en un país donde la mayoría no pagan impuestos formales y directos, pero además se mueven dentro de la informalidad. Es irrisorio ver a la gente haciendo cola en el SAT, porque además es lento y burocrático, mientras que a unos metros se vende fayuca, piratería y productos pirata. Ver a restaurantes que expiden facturas mientras hay cientos de miles de taquerías en todo el país. Y como esos un sinfín de ejemplos.

Se le carga la mano a unos cuantos en un régimen nada simplificado porque además tienen que contratar contadores públicos y despachos fiscales. Como los villanos son los ricos, la turba grita ¡que paguen! Alguien tiene que sostener a toda la burocracia de este país, pagar la educación y los servicios que “gratuitamente” recibe la mayoría de la población que no paga impuestos. Alguien tiene que pagar la obra pública, los hospitales, las escuelas, los sueldos de los policías, las enfermeras y los maestros.

Dicen que a nadie le gusta pagar impuestos y creo que es falso. Se pagarían gustosos si todos los mexicanos pagáramos proporcionalmente, salvo aquellos que viven en la extrema pobreza. Se pagarían gustosos si el gobiernos transparentara sus gastos y sus contratos, pero eso no sucede ahora. No hay manera de saber a quiénes y cuánto se les contrato. Mediante un decreto, sin pasar por el congreso, y por calificarse como un asunto de “seguridad nacional” como si lo fuera, el gobierno ha ocultado y reservado la información cuando resulta que la inversión en la refinería de Dos Bocas se duplicó pasando de 8 mil millones de dólares a 17 mil millones. Cuando el tren Maya se triplicó pasando a 500 mil millones de pesos y dejará el tramo 5 a medias. Cuando la cancelación del NAIM significó una pérdida de 300 mil millones de pesos y seguirá pagando por largo tiempo. 

Se canceló el aeropuerto de Texcoco y ahora tenemos un aeropuerto de lujo que se la pasa vacío por falta de operaciones. Que no cuenta con vías de acceso rápidas y tiene que realizar conexiones con al actual aeropuerto con escasos y caros servicios de transportación. Cuando Dos Bocas ya se inauguró, pero sigue sin refinar una sola gota de gasolina. Cuando el Tren Maya, que no se compara nadita con los modernos trenes del mundo, tiene fallas de operación y ha dejado varados por horas a sus usuarios desde que entró en operaciones.

Todo habrá de funcionar, algún día, dicen los feligreses de la 4t si construimos el segundo piso y luego nos van a salir con el tercero, pero la pregunta es ¿A qué costo? ¿Tenemos derecho los contribuyentes a cuestionar en qué, cómo, con quién y cuánto se gasta? ¿O acaso no? Ese es el pleito que trae Ricardo Salinas Pliego y es a mi parecer completamente legítimo. ¿Tiene derecho el empresario a defenderse ante los tribunales? Por supuesto que sí. Pero la mayoría no lo acepta, porque no lo ha vivido, ni lo vivirá, porque la gran mayoría de los que se asumen ciudadanos simplemente no paga impuestos.

En el imperio Azteca la tributación consistía en la entrega obligatoria de bienes o servicios por una entidad política dominada. La imposición se hacia a través del sometimiento militar. Eso incluía a esclavos que luego eran sacrificados y en algunos casos devorados por la antropofagia practicada en esa época y que tanto horrorizó a los españoles. No, los impuestos no son una contribución generosa ni solidaria. Son una imposición que obliga a los ciudadanos hasta con penas de cárcel. Por eso cuando un gobierno es abusivo y rapaz, claro que no dan ganar impuestos más aún sabiendo que malgastan o se roban el dinero producto de nuestro trabajo y esfuerzo.

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