La disonancia cognitiva en la política

Acontecer de la Selva*
Ignacio Verástegui Alfonso
22 abril, 2024

Un dilema es un político tratando de salvar sus dos caras a la vez” – Abraham Lincoln

Hace alrededor de 4 años Antoni Gutiérrez-Rubí, director de ideograma -una consultora de comunicación en Barcelona- publicó un texto acerca del término disonancia cognitiva. Este concepto fue acuñado por el psicólogo social León Festinger en 1950, que permite comprender lo inexplicable de algunos de los comportamientos del ser humano. En política se aplica cuando las personas sienten una fuerte conexión emocional con un partido político, líder, ideología o creencia y pueden permitir que esa lealtad piense por ellas. Llegando al extremo de que pueda ignorar o distorsionar cualquier evidencia real que desafíe o cuestione esas lealtades. Es decir, justifican sus decisiones —que se convierten en prejuicios— aunque existan datos que confirmen el error de sus convicciones. La disonancia cognitiva impide razonar sobre la realidad, evaluar las ideas y corregir, consecuentemente, el comportamiento. La teoría de Festinger explica cómo las personas se esfuerzan por dar sentido a ideas contradictorias y llevar vidas coherentes en sus mentes, aunque la realidad demuestre que están equivocadas.

La disonancia cognitiva, es el primer escalón de una peligrosa escalera descendiente hacia el odio. Se empieza con el prejuicio que lleva a la polarización, para seguir descendiendo por el sectarismo que deviene fanatismo, instalándose virulentamente en el odio. Esta deriva, en un contexto digital, adquiere tintes de linchamiento, por parte de turbas digitales capaces de justificarse agrediendo al distinto por su pensamiento autónomo o disidente. Varios manifiestos recientes han alertado del deterioro de la convivencia democrática por el incremento de la intolerancia prejuiciosa, que convierte al adversario en enemigo, al discrepante en un peligro, al disidente en un traidor. Hay una atmósfera polarizada peligrosa y perversa que debemos, entre todos los y las demócratas, desactivar urgentemente con dosis incrementales de mayor respeto al otro y dudas cautelares sobre nuestras convicciones.

¿A qué viene este resumen acerca de la disonancia cognitiva? A que las autoridades de todos los niveles, federal, estatal o municipal, la padecen o se escudan tras de ella. Ejemplos sobran, va el de la violencia: A pocos meses de concluir el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, continuamente asegura en sus mañaneras que en México la violencia ha disminuido, y en consecuencia el número de homicidios, en comparación con administraciones pasadas. Sin embargo, de acuerdo con el reporte de T-ResearchMX, basados en los registros diarios de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, del 1 de diciembre de 2018 al 28 de febrero de 2024, las fiscalías estatales y federales han registrado 180 mil 554 homicidios dolosos en México. Comparado con otros sexenios en el mismo periodo, T-ResearchMX demuestra que el actual Gobierno encabeza el registro de dicho delito superior a los 50 mil 677 del expresidente Vicente Fox, 96 mil 495 en el gobierno de Felipe Calderón y 122 mil 472 asesinatos en la administración de Enrique Peña Nieto.

Y si ahora que estamos padeciendo las campañas, la mayoría de dislates, a menos de dos y medio meses de ir a las urnas, el panorama es desalentador ante la violencia política que se padece, que el gobierno a cada momento dice que son casos aislados que no hay que preocuparse. La semana pasada, la consultora Integralia hizo un recuento de víctimas totales, a nivel nacional, de violencia política contabilizando 182 incidentes, asociados a 238 víctimas, lo que significa un promedio de 1.3 víctimas al día. Los asesinatos representan 48.3% de las agresiones totales y los atentados 21.8%. La violencia letal es más frecuente porque es el mecanismo más eficaz de intervención del crimen en las elecciones. Guerrero, Michoacán y Chiapas son las entidades que registran mayor cantidad de víctimas. Integralia reportó, hasta la semana pasada, 300 incidentes de violencia política, asociados a 399 víctimas. Dijo que 24 aspirantes o candidatos han sido asesinados.  La consultora señaló que “A poco más de 60 días para la elección, el proceso electoral 2023-2024 ya es el más violento de la historia moderna de México”.
A ese recuento de Integralia habría que agregar dos candidatos más que el pasado viernes fueron asesinados.

Preocupante que la indiferencia de las autoridades siga permitiendo que las bandas criminales sigan interviniendo en el actual proceso electoral secuestrando o matando a candidatos, imponiendo candidatos, financiando campañas, induciendo el voto. Se entiende que violencia no es un problema reciente, pero el control y su disminución está en manos del gobierno actual que cree que la violencia no se verá reflejada en las elecciones de este año. Es momento de que los ciudadanos le exijamos a los gobernantes reestablecer el estado de derecho y que ejerza su poder en bien de la ciudadanía. Hay que tener presente que los municipios que sufren ataques contra los aspirantes a cargos de elección exhiben menores niveles de participación electoral. En Chiapas, donde siempre ha sido notorio el abstencionismo en las elecciones, el panorama para este 2024 se ve incierto, tal como lo percibe la organización Laboratorio Electoral de que de acuerdo con el mapa de riesgos también se debe determinar si en Chiapas y Morelos hay condiciones para llevar a cabo elecciones. Ojalá y los chiapanecos levanten su voz para exigirle a los gobernantes de los niveles correspondientes que haya seguridad el 2 de junio para poder ejercer, sin coacción, libremente su voto por el partido que desee.

De don Ruti no podemos esperar mucho, asegura que en Chiapas no pasa nada que se respira tranquilidad, que todo está bien. Ya hasta sus mentiras permearon con AMLO que repite lo mismo. Que infortunio para Chiapas.

*Claudia Sheinbaum, el prometer no empobrece*

Y sobre el tema de la violencia en Chiapas, antier sábado en su gira de proselitismo, la candidata de la coalición oficialista Morena, PT y PVEM, Claudia Sheinbaum Pardo (CSP), se comprometió a atender la violencia en su visita a Chiapas, algo que se acrecentó con dos autoridades emergidas de su partido Morena, el presidente AMLO y el gobernador chiapaneco REC. El compromiso de la candidata se dio al escuchar las demandas de los pueblos indígenas para atender la inseguridad que padecen derivada de la ola de violencia del crimen organizado.

En Tila, doña Clau aseguró que “no va haber más abandono y no habrá traición para el pueblo de Chiapas”, pues como que le falta información a la corcholata de don Lesho ya que debería saber que los causantes de lo que sufre nuestro estado han sido propiciadas por gobernantes emanados de un partido aliado (el PVEM con MAVECO) y de su propio partido (Morena con Ruti).

Y como el prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila, CSP hizo más compromisos (falta saber de dónde saldrá el billete): mejorar los servicios médicos, medicamentos gratuitos, abrir farmacias y dar becas desde prescolar para niños, reforzar a la Guardia Nacional y a la Defensa Nacional. Por supuesto para que no le dé un jalón de oreja su padre putativo, dijo que continuarían los programas sociales como Sembrando Vida, para campesinos, y Jóvenes Construyendo el Futuro, para prácticas profesionales. Por supuesto que este discurso va en concordancia con los que dijo hace días: “No es cierto, es falso que si no se trabaja entonces no se puede tener un buen nivel de vida. Eso es el discurso del pasado. Aquí el gobierno, el Estado mexicano tiene que apoyar”.

Antes de su arribo a Tila, en la carretera al pasar por Salto de Agua algunos habitantes señalaban con carteles, “Claudia, el Verde no es aliado, es plaga disfrazado” y en territorio tileco “¡Ya basta!, en Tila no hay 4T. 20 años de cacicazgo. La 4T en Tila no es verde”. Así es el sentir cholero.

La candidata estuvo acompañada por Eduardo Ramírez, candidato a gobernador de Chiapas de la misma coalición, que para quedar bien expresó que “…vamos a tener la primera mujer presidenta de México, es decir, nuestra ‘Reina Roja’”.

Sheinbaum, en el mitin que encabezó en Chilón, Chiapas, preguntó a los asistentes sobre cómo se encontraban los centros de salud en la región, de botepronto y con rechiflas, le gritaron: “¡Mal!”. Ante esto hizo una pausa, para luego preguntar: “¿Qué les falta?”, a lo que casi la mayoría en voz alta le respondieron, casi a coro: “¡Todo!”. Lo anterior ocasionó que su gesto se volviera adusto, algo que no le cuesta trabajo ya que es evidente la simpatía que despierta. Ja.

Siguiendo con su rosario de promesas Claudia Sheinbaum anunció para el estado de Chiapas apoyos para la mejora de caminos, así como la construcción de la autopista Palenque-San Cristóbal de las Casas. La candidata enfatizó “… que todos los beneficios sean para los pueblos y las comunidades indígenas, con su consulta, porque tiene que haber previamente una consulta”. Pues ya estuvo que con la consulta ya se fregó la mentada autopista. Sabines y MAVECO no lograron liberar el derecho de paso para hacer la supercarretera, que eso es en realidad, ojalá y que con la nueva ERA se logre. Jajajajaja. 
Y el ausente en esta gira fue MAVECO, que ha sido acompañante cotidiano de doña Clau en los mítines que encabeza en distintas localidades del país. Seguramente no le quiso hacer sombra al personaje que encumbró en su sexenio.
Antes de concluir su gira en tierras chiapanecas, el convoy en el que viajaba fue retenido, a la entrada de Motozintla, por un grupo de personas con capuchas militares y gorras con la imagen de Ismael “El Mayo” Zambada, que le exigieron que ponga fin a la violencia en la región en donde se libra una disputa territorial entre dos cárteles del narcotráfico. En un video que circula en redes sociales, los encapuchados, que se identificaron como pobladores, expresaron su impotencia porque el gobierno no hace nada contra la inseguridad en esa zona y pidieron a la ex jefa de gobierno de la CDMX que en caso de llegar a la presidencia tome medidas para evitar que Motozintla se convierta en un desastre como pasó en otros pueblos. Al llegar a Tapachula le restó importancia al incidente sin embargo calificó el hecho de “muy extraño” porque quien divulgó el video fue Latinus un medio crítico del gobierno de la 4T.  Pero la diputada federal Patricia Armendáriz (amiguísima de los Lacandones -ja-), quien acompañaba a la comitiva, publicó en la red social X su temor de que los encapuchados estuvieran vinculados a algún cártel. Armendáriz eliminó su publicación poco después. Fuera de ese forzado, que sirvió para que la candidata cuatroteísta sufra, aunque afortunadamente sin consecuencias que lamentar, la violencia que sufren los chiapanecos.
Se acabó el rollo, quedan en el tintero temas de nuestra región.

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